Aunque muchas veces se asocian con estilos rústicos o vintage, los azulejos artesanales también pueden ser el complemento perfecto para interiores modernos. La clave está en cómo combinarlos y en qué espacios colocarlos.
Una forma de integrarlos con éxito es utilizarlos como punto focal. Por ejemplo, puedes cubrir una sola pared con azulejos artesanales de colores vivos o con patrones geométricos, mientras mantienes el resto del ambiente en tonos neutros. Esto crea un contraste visual muy atractivo.
Otra opción es utilizarlos en detalles: cenefas, zócalos, nichos o incluso como revestimiento en una isla de cocina o tras el espejo del baño. Estos pequeños toques aportan textura y color sin recargar el ambiente.
En espacios minimalistas, los azulejos hechos a mano aportan calidez y movimiento gracias a sus acabados irregulares y colores naturales. Combinan especialmente bien con materiales como madera clara, cemento pulido o metal.
La versatilidad de los azulejos artesanales permite adaptarlos a cualquier estilo, desde lo industrial hasta lo escandinavo, añadiendo siempre un valor estético único.
Atrévete a innovar y rompe con lo uniforme. Los azulejos hechos a mano pueden ser el detalle que marque la diferencia en tus espacios modernos.